La presentación de Víctor Heredia sobre el escenario Atahualpa Yupanqui es tener un poco de nuestra historia hecha canción manifestándose en el arte. No solo porque la letra de las canciones relatan sentimientos, experiencias y vivencias de la sociedad, sino porque en la unidad compartimos la lucha, el dolor y el recuerdo de lo que fue pero sigue vivo latiendo dentro.
Es el arte el que une cuando la letra de una historia cuenta la tuya propia aún sin haberla escrito, es darnos cuenta que tenemos semejanzas que nos igualan en relato de aquello que cantamos a los gritos, a los gritos del alma.
Raly Barrionuevo es otro ejemplo de ello, con un modo desestructurado de compartir su talento, lleva la lucha de varios no solo pegada en autoadhesivos sobre su piano sino también en la voz de su ser cuando canta, en la letra de sus canciones, en sus declaraciones públicas, en su presencia solidaria en movimientos que requieren su apoyo como el cuidado de la reserva del Río Yuspe en Cosquín.
La música traduce los dolores del alma, le pone palabras a las ideas claras, le brinda fuerza a la unión colectiva, une, asemeja y expande en su idioma universal de viajar por el sonido al corazón de los oyentes.
Transforma tu vida en una obra de arte, para inmortalizar lo que te hace feliz o para expresar y transformar lo que te genera dolor, cántalo, báilalo, escríbelo, haz lo que sientas hacer pero sácalo de ti y recuerda que eso que compartes es parte de la historia que te une a los demás, porque es parte de ti porque tu eres parte del todo.
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